NO
QUIERO PRIVARLES DE ESTAS GRACIAS Q LE PROMETIO LA VIGEN MARIA A SANTA BRIGIDA
Y POR MEDIO DE ELLA A NOSOTROS.
CORONA DE LOS 7 DOLORES
"El
camino para penetrar en los sufrimientos del Hijo es penetrar en los sufrimientos
de la Madre. "
Cardenal
J. H. Newman.
La
Santísima Virgen María manifestó a Sta. Brígida que concedía siete gracias a
quienes diariamente le honrasen considerando sus lágrimas y dolores y rezando
siete Avemarías:
· Pondré paz en sus familias.
· Serán iluminados en los Divinos Misterios.
· Los consolaré en sus penas y acompañaré en
sus trabajos.
· Les daré cuanto me pidan, con tal que no se
oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus
almas.
· Los defenderé en los combates espirituales
con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su vida.
· Los asistiré visiblemente en el momento de
su muerte; verán el rostro de su Madre.
· He conseguido de mi Divino Hijo que las
almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de
esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados
todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.
1º
Dolor
La
profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.
Virgen
María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de
dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús. Y ya en cierto modo
te manifestó
que
tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor;
te acom-pañamos en este dolor…
Y,
por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar
tus virtudes.
Dios
te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la ahora de
nuestra muerte. Amén
2º
Dolor
La
huida a Egipto con Jesús y José.
Virgen
María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan
lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al
poco de nacer, ya era perseguido de muerte. Él que precisamente había venido a
traernos vida eterna.
te
acompañamos en este dolor… Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir
siempre de las tentaciones del demonio.
Dios
te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la ahora de
nuestra muerte. Amén
3º
Dolor
La
pérdida de Jesús.
Virgen
María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu
Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir
en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos
en este dolor…
Y,
por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la ahora de
nuestra muerte. Amén
4º
Dolor El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario.
Virgen
María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo
cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento
de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por
nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y
precisamente muerte de cruz,
después
de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de
reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido
suficiente para honrarle y ceñírsela en su
frente;
en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y,
aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor
espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló
hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado;
te
acompañamos en este dolor … Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos
vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue. Dios te salve
María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén
5º
Dolor La crucifixión y la agonía de Jesús.
Virgen
María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la
crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo,
y luego
al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión
hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te
sentirías morir de dolor en aquel momento;
te
acompañamos en este dolor… Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás
muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
Dios
te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la ahora de
nuestra muerte, Amén.
6º
Dolor La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.
Virgen
María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la
lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado
en tu propio corazón;
el
Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como
Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido
en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían
muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros
pecados;
te
acompañamos en este dolor … Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar
a Jesús como El nos amo.
Dios
te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la ahora de
nuestra muerte, Amén.
7º
Dolor El entierro de Jesús y la soledad de María.
Virgen
María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu
Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en
tierra; llevó su humillación hasta el último momento;
y
aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era
real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en
todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad
infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó
nuestro rescate por nuestros pecados;
y
Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus
sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción;
te
acompañamos en este dolor… Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno
de nosotros la gracia particular que te pedimos… Dios te salve María, llena
eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por
nosotros pecadores ahora y en la ahora de nuestra muerte, Amén. Gloria al
Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.
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