LA TAZA DE CAFE CON LECHE
Publicado por Rosalio Castillo el agosto 16, 2010
PARA:
MARIANANA Y JULIO HENRIQUE [MI REGALO DE BODAS]
MIS OTROS HIJOS
TODOS LOS PADRES DEL MUNDO
LA TAZA DE CAFÉ CON LECHE
Eran las 5 y 30 a.m. Cuando sonó el despertador y Roberto alegremente salto de la cama y se dirigió al baño para lavarse, afeitarse y bañarse; estaba muy contento, hoy era un día muy importante para él.
Cuando hubo salido del baño y mientras se vestía la señora entro a lavarse. Roberto escogió el mejor flux, una camisa nueva y una corbata espectacular; mientras Roberto se vestía, la señora salió del cuarto con la intención de levantar a su hijo y dirigirse a la cocina para preparar el desayuno.
Cuando Roberto entro a la cocina estaba resplandeciente, hasta su señora dejo de cocinar para voltear y admirar lo elegante que estaba. Se sentó en su puesto y se dispuso a comer unas panquecas americanas, cubiertas con una gruesa capa de mantequilla la cual se derretía con el calor de las panquecas, mientras las regaba con syrup; comenzó a comer y de reojo iba viendo las noticias en un ejemplar del diario que estaba sobre la mesa. El hijo (5 años) se acerco donde estaba la mama para llevarle a Roberto una taza de café con leche; así lo hizo, con todo el cariño del mundo, pero la desgracia estaba por opacar tanta felicidad. Cuando el niño iba a entregar la taza, a su papa, no se dio cuenta que había pisado la trenza de u zapato que se había soltado y se fue de bruces derramando sobre Roberto, el hirviente café.
La reacción no se hizo esperar:
Muchacho del carajo, tu siempre metiendo la pata. Levántate y ve a sentarte y de ahí no te pares. Todo lo haces mal.
No le importo que se estuviera quemando con el café derramado; abandono la cocina y se dirigió a su cuarto a cambiarse. Una vez que se hubo cambiado paso de largo por la puerta de la cocina y se dirigió a la puerta de salida sin ni siquiera despedirse, salió dando un portazo y se dirigió al carro. La señora se dio cuenta que se le había quedado el maletín, quiso alcanzárselo y para ello corrió hasta el sitio donde estacionaban el carro pero Roberto se había ido, ni calentó el carro.
Contesto de mala gana los saludos de los vecinos, salió de la urbanización, tomo una avenida principal que le daría acceso a la autopista, la cual no podría ser abandonada hasta la salida para su trabajo. Apenas se hubo incorporo a ella lo fueron rodeado otros carros y se encontró inmerso en un inmenso tráfico. Ni las emisoras de radio podían calmar la desesperación de Roberto, en sus pensamientos todos eran culpables del trafico, hasta su hijo.
Eran las 6 y 30 a. M. Y no podía hacer nada, veía gente alegre detrás de los volantes de los vehículos que tenia al lado; pero no tenía motivos para estar alegre, o así lo creía el. Casi 2 horas después arribo a la rampa que le daría acceso a la avenida que le conduciría cerca del trabajo; a dos cuadras de el estaciono el carro y en un carrito, de comida, que se paraba allí se compro 2 pastelitos de carne, fríos. Una vez que los hubo comido y pasado con un refresco se encamino al trabajo, pero no había dado 10 pasos cuando se desato una fuerte lluvia, lamentablemente no había donde refugiarse, ni traía paraguas, lo que lo obligo a correr hasta la oficina adonde llego empapado. Se encerró en su cubículo, colgó el palto, en un perchero, para que se fuera secando y le pidió un a su secretaria que lo llamara a las diez. Era temprano, se pondría a trabajar, eran las 9,05 a. M. La reunión estaba pautada para las 10 y 30 a.m.
eran las diez cuando la secretaria toco, tímidamente, la puerta y entro para recordarle a Roberto que se acercaba la hora de la reunión y con la misma salió; todavía aquel tenía cara de pocos amigos y se puso el palto y abrió un closet en donde había un gran espejo. Se peino y pudo notar que tanto el flux como la corbata se habían arrugado totalmente con la lluvia. Así mismo se encamino a la sala de conferencias [sitio de la reunión], al entrar se encontró con que casi todos estaban sentados alrededor de la mesa de conferencia; después de los saludos de rigor fue a sentarse a sentarse en el puesto asignado, estaba sorprendido porque hasta el presidente de la compañía, se encontraba presente.
Cuando todos estuvieron presentes el jefe de la división de proyectos tomo la palabra para presentar a Roberto, luego de hacerlo dijo: de todos es sabido que el martes pasado murió nuestro amigo Jesús, gerente de mi división. Como esa gerencia no puede estar acéfala hemos pensado en promover, para ocupar dicho cargo al señor Roberto Rodríguez, quien de seguidas les hará una presentación con las mejoras que, a juicio del personal, hay que implementar en la compañía. Roberto agradeció de pie con una venia y se agacho para tomar su maletín, allí estaba toda la información que necesitaba pero parecía que la desgracia quisiese cernirse sobre él, había dejado el maletín; se acerco al jefe de división y le expuso su problema, pidiéndole que hablara con el presidente a fin de que le otorgara un plazo para hacer la exposición. Así lo hizo y se retiro para que la directiva pudiese tomar una decisión con plena libertad.
Luego que hubieron deliberado entre ellos, el presidente se dirigió al podio y tomo la palabra.
Reconoció la dedicación y esfuerzo que desplegaba Roberto en el trabajo pero la directiva opinaba [después de los hechos acaecidos] que no era la persona idónea para ocupar el cargo de gerente; dicho esto se despidió y dio por terminada la reunión.
Ahora rebobinemos…
Comenzó a comer y de reojo iba viendo las noticias en un ejemplar del diario que estaba sobre la mesa. El hijo (5 años) se acerco donde estaba la mama para llevarle a Roberto una taza de café con leche; así lo hizo, con todo el cariño del mundo, pero la desgracia estaba por opacar tanta felicidad. Cuando el niño iba a entregar la taza, a su papa, no se dio cuenta que había pisado la trenza de u zapato que se había soltado y se fue de bruces derramando sobre Roberto, el hirviente café.
La reacción no se hizo esperar:
Roberto se inclino, tomo a su hijo por el torso y le pregunto cariñosamente ¿te hiciste daño? Lo levanto y lo sentó en la silla que estaba a su lado y le amarró la trenza que se le había soltado. Solo entonces se echo agua en los pantalones, se estaba quemando. Su mujer se había acercado y le pregunto si todo estaba bien a lo que le contesto que si, mientras le daba un beso, revolvía el cabello de su hijo y le dijo me voy a cambiar mientras tú me sirves otro café con leche… y se fue rumbo al cuarto.
Al rato volvió más radiante que antes y comenzó a comerse el desayuno, mientras su hijo le traía el café; esta vez no se cayó.
Roberto dijo a su señora: es temprano, yo pasare por el colegio dejando a Robertico. Lentamente reviso la prensa, se incorporó, fue al baño a lavarse los dientes y regreso a la cocina para encontrar a su señora parada al lado de la mesa, sosteniendo en una mano un maletín y en la otra a Robertico; le entrego ambos y se despidió deseándole éxitos. Lo acompaño hasta el carro y espero que lo hubiera calentado para despedirse de nuevo y entrar a la casa.
Se dirigió a la escuela que quedaba dentro de la urbanización, a medida que avanzaba iba saludando a los vecinos. Una vez que hubieron llegado a la escuela se despidieron y Robertico entro; su padre recostado del auto aprovechaba para conversar con algunos amigos. Con ellos estuvo hasta que fueron las 8 y 15 a.m. Hora en la cual decidió dirigirse a su trabajo. Apenas se subió en su auto encendió la radio y sintonizo una emisora que radiaba un informe de transito que decía: el fuerte tráfico que se mantenía en la autopista norte, es cosa del pasado ya que en la actualidad está totalmente libre. La lluvia que caía en el centro ha parado totalmente, dando paso a un sol radiante. Mas noticias de transito en tan solo 15 minutos.
Al ponerse en movimiento el auto, les encomendó el día a Dios y a María Auxiliadora, como solía hacer. Salió de la urbanización, tomo la avenida que lo conduciría a la autopista y en menos de 20 minutos se estaba estacionando cerca de su oficina y recorrió, alegremente, la distancia que lo separaba de ella.
Ya dentro del edificio se dirigió a los ascensores, pero debía pasar por una floristería, entro y compro diez botones anaranjados claros; al lado de la floristería había una bombonera a la cual entro y compro 5 bombones de chocolates, rellenos de una crema suave de avellanas tostadas y del tamaño de una pelota de golf. El sabia que esos bombones harían las delicias de su secretaria, pago, salió y se dirigió a los ascensores, luego de pasar la estación de seguridad, una vez en el piso de su oficina, hacia ella se encamino y se detuvo en el escritorio de secretaria y le dio un botón, así como a las otras féminas. Hecho esto dio la vuelta y se fue a su oficina; cerró la puerta, se quito el palto y lo colgó en el respaldar de su silla, en la cual se sentó, saco la bolsa de los bombones y extrajo 2 que comenzó a comerse con fruición. Llamo a su secretaria y le regalo los 3 bombones que quedaban y dijo que como era temprano iba a descansar y que le avisara a las 10 y 10 a. M.; la secretaria corrió las cortinas y salió.
Roberto se comió los bombones y se recostó en la silla para quedarse adormilado; cuando fueron las 10 se levanto se levanto, lavo, peino y cuando la secretaria toco la puerta él le abrió ya listo, mientras ella abría las cortinas y le deseaba éxitos el tomaba su maletín y salía para ir al ph en donde se encontraban las oficinas de la presidencia, una fuente de soda y la sala de conferencias.
Entro a la sala de conferencias, donde quedo gratamente sorprendido; allí estaba su jefe de división, quien se servía café de una gran jarra que se encontraba en un rincón de la estancia y lo invito a servirse café y unas deliciosas galletas.
Con el café y las galletas recorrió la sala y pudo admirar la mesa, la mullida alfombra, las pinturas que cubrían las paredes, el podio con una mesa que contenía los más modernos adelantos de tecnología. Le dimos las tazas a un mesonero y nos dirigimos a un enorme ventanal que separaba la sala de una terraza, a la cual accedieron y sumidos en sus pensamientos veían, a sus pies, la ciudad.
La estancia se fue llenando de gente y conversaban animadamente hasta que se hizo presente el presidente de la compañía, el cual saludando a los presentes se dirigió a su puesto en la mesa; se hizo un silencio sepulcral y todos ocuparon su puesto alrededor de la mesa.
El jefe de división hizo las presentaciones que ya conocen y después de saludar a los presentes, Roberto, se dirigió al podio, conecto su computadora al sistema para realizar la correspondiente presentación y que todos pudiesen observar en la pantalla gigante, colocada en la pared al frente del presidente.
Una vez concluida la presentación, el presidente, intercambio algunas palabras con los directivos y se dirigió al podio y manifestó que estaba gratamente sorprendido, Roberto a partir de este momento eres el nuevo gerente de la compañía con todos los beneficios del cargo, los cuales te los dará a conocer tu jefe. Recibe un fuerte abrazo de parte de la directiva y el mío propio. Invito a los presentes a un brindis.
Luego del brindis, Roberto bajo con su jefe a su oficina; al llegar a ella recibió una fuerte ovación y muestras de cariño, se dirigió a su oficina y el jefe le dijo someramente. En cuanto a los beneficios del cargo mantienes los que ya tienes, el sueldo se te incrementara en un 50%, contaras con un puesto de estacionamiento aquí en el edificio totalmente gratis, se te incrementaran todas las primas. Pero no hablemos mas hoy es jueves y el lunes tenemos que empezar a trabajar muy fuerte, Roberto le dijo: podemos empezar a trabajar esta tarde. A lo que su jefe dijo: no, no ustedes tienen libre hasta el lunes. Llamo a la secretaria y le comunico su decisión y le dijo que obtendría unos laborales que le serian comunicados el lunes, se despidió deseándoles que descansaran mucho y se despidió. Roberto y su secretaria también se despidieron. Cando salió paso por el cubículo de cada compañero de trabajo para darle un fuerte abrazo y encaminarse a los ascensores.
Una vez en la planta baja dirigió sus pasos hacia una agencia de viaje en donde reservo una habitación en un chalet que quedaba en las montañas vecinas y que a la señora le encantaba, aunque nunca había estado allí; salió y entro en la bombonería donde compro una caja que contenía 15 bombones de los que le gustaban a su secretaria y por último fue a la floristería y adquirió un ramo de botones de pétalos amarillos y los bordes rosáceos. Hecho esto se alejo del edificio rumbo al estacionamiento, iba que no cabía dentro de sí de la alegría. Llego adonde guardaba el carro y se dirigió a su casa, para ello tomo la autopista, la cual se encontraba totalmente libre y en 15 minutos estaba entrando a su casa.
Para su sorpresa llego en el momento en que su señora venia llegando, con su hijo, del preescolar. Entraron a la casa y Roberto le dio el ramo a su esposa y todos se sentaron en la sala para oír lo sucedido… y para terminar preparen sus maletas que partimos inmediatamente para el chalet, que le gusta a mami, el que está en las montañas; pero antes… les dio la caja de bombones la cual abrieron y degustaron algunos. Acto seguido, hicieron las maletas y partieron rumbo a las montañas…
¿Cuál Roberto quisieras ser?
Rosalio (Roly) Julio Castillo Brandt; sábado, 14 de agosto de 2010.
Tasa café con leche es un doble cuento con una enseñanza ineludible. Se llega al final decidiendo que parte de la vida una quiere llevar la negativa o la positiva.
ResponderEliminarDependiendo de esa decisión es como se va enfrentando la vida.
El cuento nos toma sin dejarnos hasta que llegamos a su fin enganchados en la familia y cuan importante puede ser un gesto de generosidad y sus alcances en la vida de otros.
Besitos mil, eres un excelente narrador
Con admiración
Pat
Comentario de antonio escobar mendìvez Hace 20 minutos
ResponderEliminarLeí tus cuentos de un tirón. Me atrapaste, me atrapó tu ternura.
La reflexión al final nos deja satsifechos.
Claro que me quedó con el segundo Roberto por su diplomacia y amor al hogar.
Felicitaciones.
Rosalio Castillo Comentario de Rosalio Castillo Hace 34 minutos
ResponderEliminarT SALTE ROSEMARIE, DISCULPAME, GRACIAS
BSSS
Rosalio Castillo Comentario de Rosalio Castillo Hace 54 minutos
GRACIAS, PAT, M, E. Y ANTONIO.
...ZOS
Comentario de Maria Eugenia Garcia Benedicto Hace 4 horas
La actitud ante las circunstancias puede cambiarnos la vida, naturalmente que me gustaría ser el segundo Roberto, para evitar esta situación mejor, NO TOMARÉ CAFÉ.
Rosemarie Parra Comentario de Rosemarie Parra Hace 8 horas
APLAUSOS
Es precioso. Una gran enseñanza-cuento-parábola de cómo puede ser nuestra vida, según la actitud que tomemos ante ella, en los buenos y manos buenos momentos cotidianos....
ResponderEliminarBesos grandes, querido amigo.